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domingo, 31 de mayo de 2020

El aparato fonador del canario.

 
El aparato fonador del canario está íntimamente ligado al sistema respiratorio y al sistema nervioso, concretamente ciertas áreas cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje del pájaro.
Como todo cantante, el canario emite sus sonidos teniendo al aire como elemento conductor; aire que inhala a través de los orificios nasales, en el pico superior, y va a parar, a través de una ranura en el paladar duro, a la laringe, situada detrás de la lengua, y de ahí a la tráquea. La tráquea es un largo tubo cartílago-membranoso que comunica la laringe con la siringe. Así, el aire llega finalmente a través de dos bronquios a los pulmones (oxigenando al animal) y a los sacos aéreos.
 
Desde aquí, el canario expulsa de nuevo el aire almacenado en pulmones y sacos aéreos, y en su camino hacia el exterior, recibe las vibraciones de unas membranas situadas en la siringe. Estas membranas reciben el nombre de timpaniformes y son tensadas por una serie de músculos especiales, que estrechan o ensanchan el canal de la siringe, diferente en machos y hembras. Resumiendo, la presión del aire expulsado (a mayor presión mayor volumen o intensidad de sonido) desde pulmones y sacos aéreos, junto a la acción de ocho pares de músculos que regulan el canal de la siringe, hacen vibrar las membranas timpaniformes, y así, se origina el canto. El sonido pasará después a la tráquea, donde también puede ser modificado, de ahí a la laringe, que según su apertura también modificará el sonido y finalmente a la cavidad bucolingual, donde se produce su articulación definitiva. Un órgano del aparato digestivo, el esófago, contribuye también al proceso, llenándose de aire y formando el denominado buche de canto, que actúa sobre la parte superior de la tráquea, alterando también el sonido emitido.
                                                                  
 Unida a esta acción, digamos mecánica, con el aire como materia indispensable para la emisión del sonido, el funcionamiento de ciertos núcleos cerebrales son indispensables para la formación del canto. Estamos hablando del Centro Vocal Superior (CVS) y el Robustus Archistrialis (RA). A través de la red neuronal, envían sus órdenes a los músculos que gobiernan la siringe. Así pues, el proceso se originaría en el CVS, encargado de identificar, memorizar y producir el canto, enviando impulsos nerviosos al RA, que desarrollará la destreza motora en la ejecución del canto y éste, a su vez, envía otros impulsos nerviosos al nervio craneal hipogloso con destino a los músculos que actúan sobre la siringe. El tamaño del CVS y del RA va relacionado con los índices de testosterona, creciendo a medida que ésta aumenta.
 
Bibliografía:
-"From bird song to neurogenesis" - F. Nottebohm. Sci Am 1989.
(Fernando Nottebohm es especialista en conducta animal y neurogénesis en la Universidad de Rockefeller, Nueva York, U.S.A.)
-"El canario" - Antonio Garau Salvá y Juan Garau Salvá. Palma de Mallorca, 1964.
-"El nuevo libro de los canarios" - Matthew M. Vriends. Editorial Tikal.
-"Animales de casa. Los canarios" - Elisabetta Gismondi. Editorial de Vecchi. 1994.

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